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Las intensas lluvias que han azotado la provincia de Loja han dejado un saldo preocupante en la infraestructura habitacional. Según el viceministro de Desarrollo Urbano y Vivienda, Jorge Alfredo Burneo Suárez, más de 223 viviendas deben ser reconstruidas debido a los daños ocasionados por la temporada invernal.
A pesar de los esfuerzos por atender la crisis, la situación podría agravarse en los próximos días. De acuerdo con el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), se pronostican más precipitaciones, lo que mantiene en alerta a las autoridades.
“Estamos trabajando en territorio y permaneceremos el tiempo que sea necesario. He visitado Olmedo y Chaguarpamba; hoy estaré en Celica y Puyango junto al prefecto de Loja, Mario Mancino, y mañana supervisaré los proyectos en Piñas (El Oro)”, afirmó el viceministro Burneo.
Ante la emergencia, muchas familias han quedado en una situación de alta vulnerabilidad. Para mitigar los efectos de la tragedia, el gobierno implementará un bono de arrendamiento de emergencia de USD 235 mensuales por un periodo de hasta seis meses.
Mientras tanto, se avanza en la planificación de la reconstrucción. Hasta el momento, las viviendas afectadas se distribuyen de la siguiente manera:
- Celica: 97 viviendas
- Puyango: 44 viviendas
- Chaguarpamba: 56 viviendas
- Pindal: 19 viviendas
- Olmedo: 6 viviendas
- Loja: 1 vivienda
Sin embargo, estas cifras podrían aumentar conforme avanza la emergencia. Se espera que el bono de arrendamiento comience a entregarse la próxima semana.
El proceso de reconstrucción estará a cargo de los municipios, quienes determinarán terrenos adecuados para las nuevas viviendas. “Muchos hogares afectados estaban construidos en zonas de alto riesgo, por lo que se garantizará que los nuevos proyectos se ubiquen en áreas seguras”, explicó Burneo.
Las viviendas de interés social serán edificadas en **hormigón armado o estructura metálica**, dependiendo del contexto. Estas unidades serán 100% subvencionadas para familias en condiciones económicas vulnerables.
“La dimensión de cada vivienda dependerá del número de integrantes del hogar. Para familias grandes se construirán casas con tres dormitorios, mientras que para hogares más pequeños se destinarán viviendas de dos dormitorios”, detalló el viceministro.
Uno de los factores que ha agravado la crisis es la ubicación de muchas viviendas en áreas donde antes existían quebradas o riachuelos. “Con el tiempo, estas corrientes fueron modificadas para dar paso a construcciones. Sin embargo, con las lluvias, el agua busca recuperar su cauce natural, causando destrucción”, señaló Burneo.
Las autoridades continúan monitoreando la situación y coordinando acciones para brindar soluciones habitacionales a las familias afectadas.
Fuente: Crónica