Internacional
Más de 40 objetivos alcanzados, decenas de misiles iraníes disparados y cientos de muertos: la tensión en Oriente Medio se dispara a nivel global.
En la madrugada del 13 de junio, Israel lanzó una serie de ofensivas aéreas conjuntas de la Fuerza Aérea e inteligencia del Mosad, dirigidas contra más de 40 instalaciones estratégicas iraníes, incluyendo la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, bases militares y centros de producción de misiles balísticos. La operación, denominada “León Ascendente”, involucró más de 200 aviones y buscó neutralizar la capacidad nuclear y misilística del régimen islámico.
En respuesta inmediata, Irán activó su Operación “Promesa Verdadera III”, lanzando más de 150 misiles balísticos y más de 100 drones contra Israel, incluyendo Tel Aviv y Jerusalén, desatando sirenas y provocando al menos tres muertos y más de 80 heridos civiles. La defensa aérea israelí interceptó gran parte del arsenal, aunque varios proyectiles lograron impactar zonas residenciales, generando preocupación internacional por la escalada.
El ataque israelí también causó la muerte de nueve científicos nucleares iraníes y altos mandos militares del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, incluidos el general Hossein Salami y el jefe del Estado Mayor Mohammad Bagheri. Las autoridades iraníes dieron luz verde a declarar estado de emergencia, cerrar su espacio aéreo y prometieron una “respuesta más severa y contundente” si los bombardeos continúan.
La comunidad internacional expresó alarma: la ONU instó a ejercer “la máxima moderación” para evitar un conflicto más amplio, mientras que Estados Unidos confirmó apoyo a Israel en defensa y alerta por posibles impactos en diplomacia nuclear. Con un aumento en los precios del petróleo y tensión en rutas marítimas, el mundo observa con temor el próximo movimiento en esta crisis que amenaza con arrastrar a la región a una confrontación abierta.
Fuente: The Times