Sequía y consumo elevado llevan a Quito a programar racionamientos de agua


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Quito enfrenta una situación crítica en su suministro de agua debido a una sequía extrema y un alto consumo en la ciudad. Los cuatro sistemas de abastecimiento –Papallacta, La Mica Quito Sur, Pita-Puengasí y sistemas menores occidentales– están en niveles bajos, lo cual ha llevado a las autoridades a programar racionamientos en algunas zonas.

El embalse de Salve Faccha, que provee el 47% del agua para Quito, ha sido afectado por una sequía prolongada que se intensificó en octubre y noviembre, meses en los que las lluvias fueron significativamente menores a las habituales. Pese a la situación, aún se mantienen operativos los seis caudales del páramo que abastecen este embalse, garantizando el envío de agua hacia las plantas de tratamiento Bellavista y Paluguillo, desde donde se distribuye hacia el norte de Quito y los valles.

Rafael Osorio, técnico de Epmaps, indicó que este año la ciudad ha experimentado una temporada de sequía más intensa de lo esperado, agravada por el consumo diario de agua, que en promedio supera los 100 litros recomendados por la OMS. Según las autoridades, el embalse de Salve Faccha se encuentra aún sobre su cota mínima, pero con un nivel muy bajo, al igual que el embalse de La Mica, ambos en situación crítica.

Ante este panorama, el alcalde Pabel Muñoz anunció que, como medida de conservación, se reducirá el caudal en la planta de Bellavista entre las 22:00 y las 03:00. Además, hizo un llamado a la ciudadanía para reducir el consumo de agua y contribuir a enfrentar la sequía y asegurar el abastecimiento.

Fuente: El Comercio

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